jueves, 17 de noviembre de 2016

¿Por qué la gente no sonríe?

Dime

- ¿Eres un fans de José Luis Perales?
- Ya me han hecho esa pregunta, no sé porque varios me hacen la misma cuestión. No importa está en tu derecho. Acaso, ¿tú no admiras a Roger Federer?
- ¡Así es, es mi ídolo!
- ¡Ves que tú también tienes alguien que admiras!
- Pero no vas a comparar a Roger Federer con José Luis Perales.
- ¡Obvio que no, uno es un tenista, y el otro un poeta y cantor! No se puede comparar, son de distintos campos.
- ¡Estas en lo cierto! ¿Y por qué siempre lo traes a José Luis en esto?
- Antes de contestarte te digo algo más de estos dos talentosos. Si bien proceden de distintas disciplinas, ambos se caracterizan aparte de su humildad y de tantos seguidores, es a mi entender de lo más valioso, el mirar la sociedad en toda su dimensión y tratar de comprometerse para un mundo mejor. No se olvidan de la humanidad sino que les preocupa y piensan en ellos.
Volviendo a tu cuestión es, porque estoy con mi tesis.
- ¿Me podrías explicar un poco más?, porque no entiendo.
- ¡No hay problema!
- Intuyo que lo que puede cambiar a esta sociedad es a través de tomarnos tiempo para todo aquello que hace a la integridad de la persona. Todo lo que cultive su alma como puede ser por medio de las poesías.  Hoy por hoy hay tantos intelectuales que han querido imponer sus teorías y los que han hecho es, confundir a la sociedad. Han producido una suerte de hegemonía en el cual los gobiernos toman esas teorías que insinúan mejor y las asían, y desde ahí elaboran su discurso.
Creo que después de haber fracasado todas ideologías queriendo argumentar discursos vacuos, me parece que tenemos que detenernos más en la búsqueda de encontrar la verdad, para que nos haga más humano. La tecnología si bien es buena no estoy para nada en contra, pero lamentablemente el hombre se sirve de ella para que haya más desigualdades sociales, para conquistar el mundo y el uso desmedido y en el mal uso de ello, es en eso que estoy en contra. La tecnología tiene que servir al hombre pero cuando aniquila a la humanidad como con la guerra de radiación electromagnética a largo plazo, en la que no produce devastación como la nuclear pero a la larga lleva a la devastación en forma silenciosa y sin dejar rastro, eso es lo que está de más. Por lo tanto pasamos de una razón objetiva a un pragmática subjetiva.

Dime: Cuantos niños, aquellos que no tienen un lugar, una acogida, a ellos que la tecnología no le llega, a las sociedades que todavía no tienen agua potable, le faltan el alimento, le faltan lo indispensable como persona, ¿no se merecen un mundo mejor? Cuantos países están excluidos, no tienen voz. Y todavía nos jactamos que amamos la libertad, el derecho de expresión, mientras que de esa misma boca coartamos la libertad de tantos países.
Por eso creo que hay que dejar un poco de tantos argumentos que muchas veces conducen a conflictos bélicos y unirnos por lo más universal, por la humanidad. Al menos intentemos.

Dime:
¿Por qué la gente no sonríe?
¿Por qué las armas en las manos?
¿Por qué los hombres mal heridos?
Dime.
Dime…
¿Por qué los niños maltratados?
¿Por qué los viejos olvidados?
¿Por qué los sueños prohibidos?
Dime.
Dímelo Dios, quiero saber.
Dime por qué te niegas a escuchar.
Aún queda alguien que tal vez rezará.
Dímelo Dios, quiero saber.
¿Donde se encuentra toda la verdad?
Aún queda alguien que tal vez lo sabrá.
Dime…
¿Por qué los cielos ya no lloran?
¿Por qué los ríos ya no cantan?
¿Por qué los has dejado solos?
Dime.
Dime…
¿Por qué las manos inactivas?
¿Por qué el mendigo de la calle?
¿Por qué las bombas radioactivas?
Dime.
Dímelo Dios, quiero saber.
Dime por qué te niegas a escuchar.
Aún queda alguien que tal vez rezará.
Dímelo Dios quiero saber.
¿Donde se encuentra toda la verdad?
Aún queda alguien que tal vez lo sabrá…
Pero yo no…
Dime…
¿Por qué la gente no sonríe?
¿Por qué las armas en las manos?
¿Por qué los hombres mal heridos?
Dime.
Dime…
¿Por qué los niños maltratados?
¿Por qué los viejos olvidados?
¿Por qué los sueños prohibidos
Dime…
¿Por qué los cielos ya no lloran?
¿Por qué los ríos ya no cantan?
¿Por qué los has dejado solos?
                                 José Luis perales


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