¡Cuando las emociones
mueve al espíritu humano!
Sabemos que las emociones son
necesarias para las personas. Gracias a ellas reaccionamos y nos compartamos de
una determinada manera permitiéndonos adaptarnos al medio.
Sin emociones no hay vida, no hay
sociedad. Muchas enfermedades mentales(un alto porcentaje) y, orgánicas son
productos de desequilibrios emocionales.
El problema radica en el
desconocimiento o falta de educación al respecto.
En esta sociedad enferma, tendríamos
que preguntarnos más que nunca; ¿cómo andan nuestras relaciones
interpersonales, cómo me comunico con el que tengo alrededor? Pero para ello
necesito estar bien conmigo mismo, de lo contrario no puedo ser amable con el
que tengo al lado si me desconozco. Si no puedo controlar mis emociones termino siendo
esclavo aun pensando lo contrario.
Cuanto mal se hace el hombre al
desconocerse y por ende no poder controlar sus sentimientos.
Es válido preguntar en este
contexto, en que gran parte de la población consume algún tipo de psicofármacos;
¿cómo andan mis emociones?
Un gran reto que le espera a esta
sociedad es educar a los niños en sus sentimientos para desarrollar una
sociedad más justa, sana, caritativa. Dado a que todas esas atribuciones son
dependientes de las emociones.
Dicho esto, de que el ser humano
es, lo que sus emociones hacen con los distintos procesos psicológicos, nos
vemos con el deber de promover el arte en todas las expresiones.
Por suerte, existe el espectáculo,
el arte, en el que el hombre puede contemplar y descubrir la belleza de la
trascendencia, en donde se puede dejar llevar por lo que produce atracción. Ya Platón
nos anticipaba que todo lo bueno es un bien para el alma, por lo tanto contemplemos
esta obra como nos propone el Cirque du Soleil en que sigue deleitando al mundo
con sus creación y talento. Entremos en su atmósfera que vamos salir aireoso de
su invitación que nos propone junto con su estética.
Aquí os dejo con un fragmento de ; No descansaré Sep7imo Día.